Un proyecto europeo desarrollará estrategias para mejorar la calidad del aire en los sistemas de la red de metro de todo el mundo.
El mayor reto del siglo 21 para la calidad del aire en nuestras ciudades es la contaminación producida por el tráfico rodado. En contraste, los sistemas de metro proporcionan un transporte urbano más limpio medioambientalmente, al permitir que un gran número de personas se muevan a través de la ciudad de manera eficiente y sin contaminar el aire de la ciudad. Sin embargo, si bien sabemos que el aire exterior de la ciudad está contaminado, aún no conocemos como es el aire que se respira en el metro. ¿Llega la contaminación del tráfico a través de los túneles a las estaciones de metro? ¿Afecta el movimiento de los propios trenes a la calidad del aire en los túneles y andenes?